El pasado curso se puso en práctica en la asignatura de Educación Plástica y Visual una unidad que tiene mucho que ver con el concepto artístico actual, y que va más allá de los libros. Los resultados fueron bastante positivos, y en el presente curso se volverá a desarrollar, intentando superar a los del curso pasado.
El paisaje pasa de ser solamente algo estético a convertirse en “herramienta conceptual” por medio del cual distintos colectivos (sociólogos, biólogos, geógrafos, políticos, economistas, ecologistas…) reclaman “la consideración y valoración del territorio..; Los artistas han sido los primeros en poseer la capacidad de hacerlo visible y de analizarlo, poniendo de manifiesto algunas de sus características. Arte y territorio se consideran hoy indisolubles, pues el arte interacciona con su entorno, con la naturaleza, con lo cotidiano
Mi pretensión en esta parte final de la Educación Plástica de 2º ESO ha sido la de, no crearla ni forzarla, porque en mi opinión existe a priori, pero sí mostrarla o presentar al público el paralelismo y la similitud entre los artistas que pertenecían a esas corrientes y el alumnado de enseñanza secundaria de hoy día, en tanto en cuanto unos se reivindicaron frente al sistema, los otros podrían demandar una serie de cambios frente al sistema educativo actual si se les preguntara.
Entre esos movimientos que se movilizaron para reclamar algo, podemos encontrar el arte conceptual, una corriente que aparece a finales de los años sesenta proponiendo la desmaterialización del arte a través de acciones, construcciones efímeras, , palabras, ideas, fotografías, etc.,
Aparece también el arte procesual, que se encarga de afirmar que hay aspectos de relevancia en una obra, elementos muy concretos como el del tiempo –en sus distintas perspectivas (lo transitorio, lo efímero, o la ruina como resultado de ese discurrir del tiempo, la de espacio (concepto de lugar y entorno) así como los materiales y herramientas empleados. Esto ha supuesto un cambio en el Arte cuyo resultado final se le consideraba como obra. Ahora el proceso de creación ha cobrado vital importancia. Usan materiales nobles, de la naturaleza, y debido a los materiales que utilizan, muchas de sus obras suelen ser efímeras.
Bien pues estas dos premisas que propone el Land Art las he utilizado para el trabajo. la Naturaleza como escenario. Nos alejaremos de concepciones modernistas y clasistas, buscando valores más universales y humanos. La degradación del medio ambiente a la que asistimos en nuestros días reclama la necesidad de introducir en las escuelas una concienciación a los futuros ciudadanos sobre el valor del patrimonio natural en su sentido más amplio: paisajes, ecosistemas, ambientes naturales, climatología y luces. Esta cita viene a recordarnos la saturación que sufrimos la sociedad de experiencias no interiorizadas, y pérdida de identidad (des-humanismo). Las ventajas que pueden aportar usar el paisaje como escenario, el expresarse “en” y “con” el paisaje. De esta forma podemos encontrar en el arte una forma de canalizar sus sentimientos y deseos interiorizados, trabajándolos desde una óptica lúdica, y olvidando por un tiempo el carácter examinador de las actividades. Plantear nuevas formas de enseñanza, que responda a la falta de dinámica deliberativa, de interés y motivación, la rigidez en los métodos de enseñanza actuales.
Juan D. Ibáñez
