Ruta Mariana 2010 / Secundaria

21 de mayo

 

   Dónde busco esta vez las palabras… donde siempre puedo encontrarlas…  

 

                Porque es la retina del corazón la que mejor graba... la que guarda imágenes que escapan al objetivo de una cámara. Esas miradas que florecen  de lo más profundo del alma…   

                Sí… hoy quiero abriros este libro, al revés, desde la última página… porque final y principio se abrazan cuando DIOS SE DERRAMA.

                En los ojos de nuestros/as niños/as se desplegó la belleza, la plenitud que en lo más profundo llevan sembrado y abriendo sus pétalos nos regalaron…

                Libertad, esa que se siente cuando uno se sumerge en un río… en un río de felicidad… cuando uno se baña en amor,  siente la suave brisa de  las risas, salpicando ternura, rozándote la piel compañerismo… y en una paz inmensa despiertan los sueños que de convivir quisimos realizar.

                Una Eucaristía que alimenta con el dulce néctar del encuentro: Una misa tan rica, tan llena de testimonio, verdad y vida. Unas guitarras que suenan acompañando voces que nacen de dentro, la música que acaricia el alma… lágrimas que se derraman abriendo sentimientos profundos… traduciendo devoción y fe.

                Una calzada que se dibuja más pedregosa y la vida más hermosa… no era una madre la que esperaba al final… eran DOS, las que con los abrazos abiertos, como siempre, curaban las heridas que sólo con besos saben sanarse.

                Una Oración que sabe rezarse… cuando ellos/as estrechan sus manos…

                El perfume de la flor que este milagro abre… CONVIVIR… VIVIR.