
Así, los cuatro cursos de secundaria tuvieron la oportunidad de compartir inquietudes e informarse de un tema que muchas veces escapa al control de sus adultos, menos duchos que ellos en estas cuestiones.
Sin negar los grandes beneficios que estas aportan al desarrollo personal, al ocio, al trabajo y al estudio, no debemos soslayar los numerosos peligros que acechan al usuario habitual, y más aún cuando hablamos de niños y jóvenes, potencialmente más vulnerables que los adultos.