Hace dos mil años que cuentan los libros que en un viejo establo de Belén nacía un bendito niño que sería el hijo de aquella mujer que llamaban María. Cuentan que una estrella les guió el camino a tres reyes magos hasta su destino. Partieron con su caravana, una estrella blanca en el cielo brillaba. Era su guía, encontraron la estrella de Oriente que les llevarían a ver al Mesías. “Llévanos a él”; gritaban mirando al cielo, mientras le marcaba el camino a Belén.





