Todos los años, padres, Madres, profesores, pero sobre todo alumnos, nos enfrentamos a un ritual que tiene lugar a finales de junio, justo al final del curso. Este ritual, la Graduación de Cuarto de ESO, siempre nos parece triste, aunque no hay nada más lejos de la realidad. En él celebramos que unos alumnos han terminado con éxito una importante etapa educativa y que están capacitados para seguir sus estudios superiores o incorporarse al mercado laboral.




