
Al trabajar por proyectos en esta etapa se nos permite globalizar, algo indispensable en educación infantil. A través de una base podemos trabajar todas las áreas curriculares mientras los alumnos están embelesados con todo lo nuevo que les aparece, con esos pensamientos y descubrimientos que les surgen y, por supuesto, disfrutando. Están tan inmersos que no se dan cuenta de todo lo que están interiorizando, de la cantidad de ideas y conceptos que están asimilando ni de la construcción tan importante que están haciendo de su aprendizaje.